samedi, décembre 12, 2009

Je veux jouer à joue contre vous

cada poro del cuerpo demuestra eso que intento ocultar para no quedar vulnerable. mis ojos se desvian dejandome en evidencia. mi mente no deja de divagar en las calles de la locura. pero aún así, me siento mas cuerda que nunca. camino por la calle mirando a las demás personas haciendo sus cosas habituales y no puedo evitar pensar que, talvez, ellas estén también, ocultando eso que cada poro intenta grita a todo pulmón

((hoyviamihijoporprimeravez.medijoquesi.essucumpleños))
((yatengolosregalosdenavidad.quieropasarelrestodemividaconella))
((mesubieronelsueldo.mihijodijomama.mimadresecuró))
((lovolveréaver.mebesó.mequiere.hoytodocambiará))

simplemente es una cuestión de puro egoismo, como si las palabras al ser pronunciadas pierdan su magia y se convierten en meros sucesos terrenales sin importancia alguna. dentro nuestro, cuando nuestros poros hablan por nosotros, las pequeñas cosas tienden a abarcar mucho más, calar mas hondo. el hechizo del silencio se contagia a cada centímetro de cuerpo y se tranforma en una gama de emociones que de maléficas no tienen nada. todo el cuerpo se confabula, casi como una desintoxicación, para evitar esos estremecimientos que nos delatan. casi casi haciéndonos pisar el palito y vomitar al mundo las razones de nuestra piel de gallina para dejarnos desnudos en el centro de un circulo de ojos hambrientos de carne. Eso da miedo.

Lo que si sé, es que es más bonito andar por ahi con una mirada misteriosa y reír con una sonrisa de monalisa.